¡¡De nuevo por aquí y con entradas frescas!!
Hoy vengo hablaros del primer sitio que visite en mis extensas vacaciones. Y no fue otro que…. ¡¡SEVILLA!!
Me tiene completamente enamorada esta ciudad. La canción llevaba razón. Se ve y se respira diferente. Sus calles te introducen en una entretela de magia y colores. Otro tipo de despertar.
Al lio chic@s!!
Me alojé en los «Apartamentos Mariscal» situados al lado de la plaza Santa Cruz, uno de los lugares más populares de Sevilla. Es una zona tranquila y está a diez minutos andando del centro de Sevilla.
Tuve la gran suerte de poder disfrutar a menos de dos minutos de donde me alojaba de los «Jardines de Murillo» y la «Juedería». Sitios imprescindibles para visitar, por el encanto del que disfrutan.
Hay rincones realmente especiales para fotografiar y guardar en nuestra retina.
Estos laberintos de calles van a parar a lo que preside Sevilla desde lo alto.
¡¡LA GIRALDA!!
Es majestuosa, da sentido al esplendor de sus alrededores. Sea de día o sea de noche, ilumina la ciudad. La dota de vida.
Merodear por el centro de Sevilla, perdiéndose en sus calles es uno de los mejores planes para un viernes o sábado tarde.
Terminar el paseo tomando algo muy fresquito en la Plaza del Salvador o en La Alameda es algo de lo más tradicional. Y si es en buena compañía de amigos, muchos mejor.
Un sitio que recomiendo para cenar o para comer son «Los Coloniales». Sublimes. Las tapas parecen raciones. Un trato exquisito.
Y puedes perfectamente salir por la calle a las doce de la noche y encontrarte a un grupo de chicos cantando chirigotas. Cosas que alegran los días por la espontaneidad de las cosas. Sonrisas dibujadas entre la gente.
Tuve también lo oportunidad de visitar «La Plaza de España», «La Torre del Oro», «La Maestranza» y pasear junto al río Guadalquivir.
Lo único malo de Sevilla son las temperaturas desérticas que alcanzan durante todo el día y bien entrada la noche.
Si en la maleta encajáis un sombrerito de paja y un abanico, los recordaréis como vuestros mejores aliados.
Si os dejáis caer por Sevilla, no dudéis en visitar el «Arco de la Macarena y su Basílica» y dar una vueltecita alrededor del Parlamento Andaluz.
Y como prueba del calor que hacía un botón.
Sin duda, el viaje fue para recordar y volver a repetir y que mejor cosa que hacerlo que celebrándolo con las amigas en el «Patio de San Eloy».
Sevilla… nos volveremos a ver. Y no muy tarde!!! Tienes magia!!
Un saludo a todos.
SARA.